Alan Sepúlveda Rodríguez – Académico Administración Pública Universidad Central Región de Coquimbo.
La crisis climática y la creciente congestión urbana exigen un replanteamiento profundo de cómo concebimos nuestras ciudades. El transporte es uno de los principales contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero, afectando gravemente la calidad del aire y la salud pública. Pero el problema no se limita solo a los impactos ambientales; la congestión vehicular y la dependencia del automóvil afectan significativamente nuestra calidad de vida. Es urgente avanzar hacia un modelo de ciudad que no solo reduzca las emisiones, sino que también mejore nuestra experiencia urbana.
Un enfoque integral hacia la urbanidad y movilidad sostenible implica la adopción de vehículos eléctricos, la ampliación de la infraestructura para bicicletas y peatones, y un transporte público eficiente. Esta visión no solo beneficia el medio ambiente reduciendo el impacto ambiental, sino que también promueven modos de vida más saludables, mejora la eficiencia del espacio urbano, disminuye la congestión, reduciendo significativamente los tiempos de desplazamiento, y recuperando tiempo valioso para los ciudadanos.
Chile se ha posicionado como líder en la región al promover la sostenibilidad mediante la implementación de la «Estrategia Nacional de Movilidad Sostenible». Esta estrategia contempla 30 medidas, desde la promoción del transporte público hasta la electrificación del transporte. Su objetivo es implementar soluciones a corto plazo y establecer bases para un futuro sostenible, reduciendo la congestión urbana y alineándose con compromisos internacionales.
Sin embargo, la transición hacia una movilidad sostenible enfrenta importantes desafíos, especialmente en términos de financiamiento e infraestructura. Es fundamental desarrollar mecanismos financieros innovadores que permitan la expansión y modernización de los sistemas de transporte público, asegurando su accesibilidad y eficiencia. Además, la cooperación entre diferentes niveles de gobierno, el sector privado y la sociedad civil es esencial para superar las barreras asociadas al costo de la electrificación y la falta de infraestructura adecuada.
La movilidad sostenible no se puede abordar de manera aislada; requiere una cooperación robusta a nivel local, nacional e internacional. Se necesitan alianzas para el acceso a financiamiento, tecnología y capacitación. Además, la participación ciudadana y la educación son claves para fomentar un cambio de hábitos hacia una movilidad más verde.
La crisis climática y la congestión nos muestran que no hay tiempo que perder. Debemos actuar para transformar nuestras ciudades en lugares más sostenibles e inclusivos. Solo así podremos construir un futuro donde nuestras ciudades sean más verdes, humanas y eficientes.
El próximo jueves 5 de septiembre, se llevará a cabo un seminario sobre desarrollo y movilidad urbana sustentable en el salón auditorio del MOP ubicado en Cirujano Videla, La Serena, a las 9:30 horas. Este evento, organizado por la Corporación para el Desarrollo Energético Sostenible (CODEES) en colaboración con otros actores, incluida la Universidad Central Región de Coquimbo, es una oportunidad para profundizar en estos temas y reflexionar sobre el impacto de la movilidad sostenible en nuestras vidas cotidianas. Se extiende la invitación a todos aquellos interesados en contribuir a la construcción de ciudades más sostenibles y habitables.