16 de mayo 1832 : Descubrimiento del «Mineral de Plata de Chañarcilo»

Chañarcillo es el nombre de una mina de plata que se encuentra actualmente en el abandonado pueblo de Juan Godoy, Región de Atacama, anteriormente formaba parte de la Provincia de Coquimbo, Chile. Fue descubierta en 1832 por el pastor de cabras Juan Godoy y estuvo abierta hasta 1875. Fue vendida a la familia Gallo por su descubridor.

Se ubicaba a 43 kilómetros de Copiapó,1​ y fue el tercer yacimiento de plata más grande de América; tal fue su importancia, que Chañarcillo y su riqueza representaron a inicios del siglo XIX, el momento histórico en que Chile se puso en marcha.2​ A él se le debe la fiebre de la plata en Chile entre su descubrimiento y mediados del siglo XIX, así como el desarrollo económico de la actual región de Atacama.

La necesidad de transporte del mineral hacia los puertos dio origen al primer ferrocarril de Chile, el ferrocarril Caldera-Copiapó.

El 16 de mayo de 1832, el joven arriero y cateador Juan Godoy, hijo natural y mestizo de indio, por fortuna iba a descubrir el mineral de Chañarcillo, el más rico yacimiento de plata que haya existido en la historia de Chile, creador de grandes fortunas y sostén económico de la naciente república. Gracias al descubrimiento de Juan Godoy Normilla, el naciente estado logra el financiamiento para organizarse, se logra una nueva constitución, dar vida a la Universidad de Chile, contratará científicos, dará vida a la Escuela Normal, y así un largo etcétera, en definitiva pone en el rumbo correcto a Chile.​

Leyenda
El descubrimiento de Chañarcillo, bien puede ser relatado como un cuento o una leyenda, ya que se dice que Juan Godoy tras perseguir a una manada de guanacos, se sentó a reposar bajo la sombra de un árbol (el carboncillo), cuando reparó en una cueva que creyó que pertenecía a las chinchillas, extrajo de ella una roca de extraño peso, que al ser observada con atención resultó ser un peñasco de plata pura. Otra versión más asombrosa nos dice que mientras descansaba, se le acercó un prodigioso zorro rojo, custodio del mineral, Juan Godoy al verlo lo alejó lanzándole un peñasco, pero se extrañó al notar que la piedra pesaba mucho más de lo habitual, el zorro rojo al notar que Juan Godoy se daba cuenta de este hecho, habría huido lanzando una simpática carcajada.

Versión más creíble
De acuerdo a la versión más aceptada del descubrimiento, la madre de Juan Godoy, Flora Normilla, conocía la ubicación de este rico mineral. El historiador Carlos María Sayago postula que, antes de morir, Flora Normilla había entregado la información a Juan Godoy, con expresas instrucciones de hacer participe de ella a Miguel Gallo Vergara. El mismo Juan Godoy, una vez descubierto el yacimiento y ante la consulta de qué papel tendría su madre en el descubrimiento, solo se sonrió.

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