La incautación de más de 60 mil libros falsificados que fueron decomisados desde una bodega en la calle San Diego deja en evidencia, una vez más, que el crimen organizado se encuentra operando con total impunidad en nuestro país y que el fenómeno del comercio ilegal y el contrabando está desbordado y sin control. Valoramos el trabajo realizado por la PDI en esta materia y esperamos que en este decomiso y en todos los futuros hechos delictuales asociados a comercio ilegal y contrabando, empiecen a operar de manera decidida las herramientas que entrega la nueva ley de comercio ilegal que incluyen, entre otras, la asociación ilícita y las entregas vigiladas.
El que compra un libro falsificado en la calle o por internet, debe entender que está financiando a mafias organizadas que usan al comerciante ambulante y lo exponen como el eslabón más débil de la cadena de distribución, además del daño que provoca a las diversas industrias afectadas por este flagelo. Además, el consumidor debe asumir que a partir de ahora será investigado como eventual cómplice de un delito, como lo señala la nueva ley. Como gremio condenamos todos las acciones que involucren la falsificación, la piratería y el comercio ilegal, que provocan un profundo daño social, económico, legal y de seguridad a nuestro país.
Desde la CNC y a través de nuestro Observatorio del Comercio Ilícito, seguiremos trabajando para buscar más y mejores soluciones para combatir este fenómeno, así como apoyar la formalización y la permanente defensa del comercio formal.
