Por: Miguel Zauschkevich Domeyko, Presidente Cámara Minera de Chile
Queridos mineros de Chile!
El 10 de Agosto próximo celebraremos a San Lorenzo, nuestro patrono. Hemos conmemorado su día todos los años, incluso durante la difícil época de pandemia.
Sin embargo, la minería chilena no solo es parte de nuestra historia, desde el comienzo, sino que es una actividad productiva que engrandece a quienes laboran en ella, tanto por el desarrollo que ha aportado al país, como por la imagen que en el extranjero tienen de los mineros chilenos.
Esta actividad productiva entrega un aporte muy relevante a la economía del país, el 15% del PIB, el 60% de las exportaciones y el 20% de los ingresos fiscales. Cifras que nos indican que las empresas mineras, grandes, medianas y pequeñas, aportan importantes ingresos al Estado, que le permite a los gobiernos llevar adelante sus programas sociales.
Lo trascendente de esto es que cada una de las personas que están relacionadas con el sector minero aportan con su trabajo, conocimiento y relacionamiento. El sector ha estado siempre presente cuando el país lo ha requerido. Por ello, es importante festejar en esta fecha.
Es relevante indicar que en muchas regiones, comunas o localidades apartadas, es la única actividad económica que se desarrolla, creando empleos de calidad y generando encadenamiento productivo para sus habitantes; y hemos conocido casos emblemáticos en que se le adjudica a la minería ser la herramienta para eliminar la pobreza.
A lo anterior hay que agregar el aporte que realiza en nuevas tecnologías, utilizando las ya existentes o desarrollándolas; las cuales son traspasadas a toda la sociedad, en muchos ámbitos.
Hoy, la minería chilena tiene una gran oportunidad de desarrollo. El mundo está requiriendo cada vez más minerales, especialmente cobre y litio, que son producidos en nuestro país, indispensables para desarrollar las tecnologías que ayuden a combatir el cambio climático.
Por ello, es trascendente que contemos con más minería. Se requiere de mayor exploración para descubrir nuevos yacimientos; más tecnología para explotar y beneficiar los minerales; voluntad política para mantener reglas claras y atraer a nuevos inversionistas; aplicar todas las herramientas para contar con una minería sustentable y un cobre verde, que es la exigencia actual. Tenemos muchos desafíos y dificultades por delante, pero al minero chileno eso nunca lo ha asustado, al contrario, es un motivo para esforzarnos aún más.
Los hombres y mujeres de la minería chilena estamos dispuestos a seguir trabajando para hacer de Chile un país cada vez más desarrollado en el ámbito socioeconómico, con una minería acorde a los tiempos.
Reciba cada uno de ustedes y sus familias un afectuoso saludo.
Muchas felicidades !