“Durante el último trimestre hemos visto un aumento muy importante en las evaluaciones y solicitud de cirugías Lasik”, dice el director clínico de Ultravisión, Cristián Domínguez. Señala que usualmente muchos de quienes acceden a una evaluación, luego posponen la cirugía y extienden el uso de anteojos o lentes de contacto por algunos meses, pero dada la vida actual, de muchas horas de conexión a pantallas, varios casos la miopía -y otros problemas de refracción- se han visto incrementados y las personas buscan solucionar el problema de raíz. “Además, ahora hemos podido comprobar que muchos se han acercado luego de haber retirado el primer o segundo 10% de sus fondo de la AFP, viendo en esta solución una inversión y una oportunidad”, señala.
El experto detalla que no es que hayan surgido enfermedades nuevas, sino que “debido al esfuerzo extra y a las patologías visuales de base, problemas refrativos como miopía e hipermetropía se están manifestando anticipadamente o se están acentuando”.
De acuerdo a informe de la OMS, “se estima que la cifra de enfermos miopes para el 2025 podría ascender a 324 millones de personas a raíz del aumento del tiempo que se pasa en espacios interiores y de las actividades que implican mantener una visión de cerca frente a diversos objetos, incluidas las pantallas”. Y es que la prevalencia de la miopía -visión borrosa de objetos lejanos- es de alrededor de 30 a 40% en los adultos de Europa, América del Sur y Estados Unidos, y hasta 80% o más en la población asiática, en especial en China, cifra que ha aumentado en todos los continentes este 2020 a raíz de la pandemia y el confinamiento.