Rechazo a la renuncia del alcalde titular de Tierra Amarilla y la decisión dictatorial del suplente disfrazada de democracia

Como bien es sabido por la comunidad tierramarillana, hace una semana el alcalde titular Osvaldo Delgado Quevedo presentó la renuncia a dicho cargo, luego de un periodo de reflexión personal y familiar, y tras soportar un proceso judicial a todas luces injusto, como lo ha demostrado el hecho que, a más de tres años de investigación, aún no puedan imputarle cargo alguno, privándolo así  de ejercer el legítimo derecho que la propia comunidad mayoritariamente le otorgó (no tres concejales, como ha ocurrido con los últimos dos suplentes) para dirigir los destinos de esta comuna.

Sin embargo, en una decisión absolutamente antidemocrática, dictatorial e incomprensible, el alcalde suplente de Tierra Amarilla ha dicho, a través de un video que difundió por las redes sociales, que “no aceptará la renuncia” y, por ende, incitó al concejo municipal a rechazarla, manifestando como argumento que “buscaría entorpecer los procesos de transformaciones y cambios que la comuna está viviendo”.

No cabe duda que esa afirmación parece lisa y llanamente un chiste de mal gusto, porque debe asumir el suplente que éstas son da larga data, los cambios profundos no se hacen en cinco meses… sino remítase al caso de sus ídolos cubanos que llevan 60 años en “proceso de cambios y transformaciones” y no precisamente democráticas.

Hay un refrán que dice que “por la boca muere el pez”. Esto a propósito de su arrogancia cuando señala que “hemos sacado adelante la comuna del hoyo en que la dejaron”. ¿Quién la dejó en un hoyo? ¿Acaso no fue el mismo alcalde suplente al cual él le dio su voto, cuya decisión habría que revisar a la luz de lo que han dicho por escrito a la justicia el mismo ex alcalde suplente y el empresario John Sol que incentivaron su voto.

Por otra parte, cuando textualmente dice “Si quería dar un paso al costado y renunciar para que la comuna siguiera su rumbo, podría haberlo hace mucho tiempo” se contrapone a sus propias palabras cuando afirma que la renuncia busca eludir responsabilidades políticas… ¿En qué quedamos?… 0 sea, si la hubiese hecho hace tiempo, estaba esquivando la justicia y si lo hace ahora, también. Juzguen los mismos lectores que no son pocos que, en la misma comuna, se preguntan ¿quién es esta persona que se pone por sobre la ley y los derechos constitucionales para impedir que alguien deje un cargo por su propia voluntad, incitando al concejo a no aprobar la renuncia?

Como antecedente cercano está el caso de Vallenar, cuyo alcalde presentó su renuncia en noviembre para postular a otro cargo político de elección popular y el concejo la aprobó de inmediato y en diez días eligió a un nuevo alcalde titular.

¿Por qué acá no puede suceder lo mismo en Tierra Amarilla? ¿Tanto le gustó el poder en solo medio año? ¿y por qué los integrantes del concejo debieran someterse a su voluntad?

Finalmente, la guinda para la torta: “Hemos generado más de 200 puestos de trabajo en este tiempo”… Claro que el diez por ciento destinado a gente de su propio partido impuesta por el alcalde de Recoleta que llegó a trabajar para su campaña. Un pequeño detalle que se le escapó.

Link entrevista:

Crónica enviada de manera anónima al portal

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