Este miércoles en Vallenar fue el cierre del programa “Plasmando la Diversidad de Nuestras Fortalezas” que entregó un importante apoyo a la Corporación Mi Pequeño Hermano, organización dedicada a la asistencia de personas en situación de discapacidad. La iniciativa fue financiada con los fondos concursables de la glosa conocida como el 8% e involucró asistencia técnica, psicológica y realización de talleres para las y los beneficiarios.
“Hemos dicho en Atacama que queremos impulsar con mucha convicción un sistema de cuidados y eso supone una articulación entre las entidades públicas, pero también mucha coordinación con organismos de la sociedad civil que prestan un trabajo social voluntario, desinteresado.”, manifestaron desde el Gobierno Regional. Además, precisaron que “esto es financiado por el Gobierno Regional de Atacama a través de la glosa social”, fondos que están disponibles para apoyar el trabajo de las organizaciones sociales y entidades sin fines de lucro.
Según lo consignado en la postulación, este programa buscaría retomar las actividades que fomenten la participación y vinculación de las personas que conforman la organización, que se vieron mermadas por la pandemia y la crisis sanitaria. Aquello estaría afectando en un deterioro físico y mental de sus funcionalidades, necesitando un incremento en su actividad física y mental que permitiera potenciar habilidades, aptitudes y destrezas, junto con ayudar a sus familias en la labor de incidir en su “autoestima y sentido de vida”.
Cabe destacar que esta actividad se financió con recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) a través de la glosa del 8%, que el Gobierno Regional de Atacama dispone para potenciar y permitir que organizaciones regionales ejecuten actividades culturales, deportivas, sociales y de seguridad pública en el territorio.
Por su parte, la presidenta (S) de la organización, Hilda Del Rosario, agradeció el “apoyo del Gobierno Regional, porque este fondo ha sido maravilloso para darle fortaleza y mayor capacidad intelectual a nuestros beneficiarios”. “Nosotros acá en el centro le damos al desayuno, almuerzo y transporte, los vamos a buscar a sus hogares y vienen acá al centro. Pasan una media jornada y no solamente vienen a eso, sino que también vienen a aprender cosas nuevas. Así que es un orgullo”, cerró la dirigenta.
En esta línea, este programa ayudó a 22 personas que sufren algún tipo de afección física o psicosocial a través de dos talleres. El primero consistió en intervenciones psicológicas, donde se abordaron las necesidades de los usuarios, desde el ámbito personal, familiar y grupal para el correcto desarrollo biopsicosocial. Así, el segundo taller consistió en la confección de manualidades en madera, que ocupó una técnica de textura sobre stencil.
Sobre el trabajo técnico, la monitora de la organización, Yolanda Espinoza, quien además dirigió el taller de confección de materiales de madera, afirmó que “es muy lindo ver cómo trabajan. A mí me gustaría mucho invitar a la comunidad a que se acerque al taller cuando están trabajando,porque ellos se sienten felices cuando los ven esforzándose y agradeciendo su trabajo”.
Tras el cierre del proyecto, se espera que el financiamiento hacia los sectores productivos y grupos vulnerables de la población atacameña sigan transformándose en una constante del Gobierno Regional, que alberga los recursos del FNDR.