Reforma tributaria y pymes: Los pros y contras de la propuesta

En julio pasado, el Gobierno de Gabriel Boric despachó al Congreso un nuevo proyecto de Reforma Tributaria, cuyo propósito primordial es aumentar el ingreso del fisco para poder avanzar en temas prioritarios de su agenda. La propuesta, que se continuará debatiendo en el último trimestre de este año, sigue dando que hablar en varios sectores. Uno de ellos, las pequeñas y medianas empresas (pymes), sector que genera más del 70% de los empleos en nuestro país y que se ha visto fuertemente afectado por la crisis económica nacional y global.

Tras el envío del proyecto, tanto la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech) como la Comisión Tributaria del Colegio de Contadores de Chile, entre otros, dieron a conocer su preocupación. En tanto, el Gobierno tras conversaciones con los distintos actores ha comenzado a informar modificaciones al proyecto. Por esto, es importante entender cuáles son las propuestas que podrían beneficiar al sector y cuáles son los conceptos que podrían generar problemas.

Diego Plaza, analista financiero tributario de Maxxa.cl, afirma que “dentro de la propuesta de reforma, hay varios elementos interesantes y positivos que competen al sector, como por ejemplo, el beneficio tributario para «nuevas empresas», que podrán optar a un crédito especial de IVA por los primeros doce meses de funcionamiento, que va gradualmente bajando”.

Así, durante los primeros 3 meses las nuevas empresas no pagarán IVA, mientras que -durante los segundos 3 meses- deberán pagar el 50% de los impuestos facturados por ventas. Finalmente, en los 6 meses restantes, deberán pagar un 75% de los impuestos facturados. “En total, 12 meses de beneficio tributario”, asevera el ejecutivo.

Reducción de Intereses

Otras dos propuestas que también benefician a las pymes son, primero, la reducción de los intereses en pago de deudas con Tesorería al 1%, con lo cual será menos costoso poner al día las deudas con esta.

“Y segundo, se ofrece la exención de impuesto a las empresas de Fondos de Inversión Privados, que tengan como foco la inversión en capital de riesgo, lo que permite que las pymes puedan tener acceso a apalancamiento financiero que les permita crecer”, explica el analista de Maxxa, fintech dedicada al financiamiento de las pymes en Chile.

¿Y qué pasa con los impuestos?

Si bien no existe una rebaja porcentual en los impuestos por ser pymes, sí existen herramientas como los Regímenes Tributarios. “El incentivo a la reinversión que rebaja la base de Impuestos a declarar hasta un 50% -y el concepto de utilizar como crédito el Impuesto Renta de la empresa para rebaja o devolución de dinero- son herramientas potentes que tiene nuestro sistema tributario a favor de las pymes”, comenta.

Para Plaza, algo interesante que se ha generado es la revolución que significó el Registro Empresas y Sociedades (Empresa en un día), que es el crédito para disminuir el pago de IVA en etapas iniciales. En ese sentido, agrega que las últimas reformas impulsaron la creación de empresas, y las propuestas de esta nueva Reforma reconocen y suman medidas manteniendo las que están funcionando.

Cosas por mejorar

Si bien Diego Plaza, analista financiero tributario de Maxxa, afirma que en general esta es una buena reforma para las pymes, hay elementos que todavía tienen espacio para mejorar.

Uno de estos puntos es el impuesto al diferimiento del pago de los impuestos personales en sociedades de inversión no operativas o utilidades retenidas, que originalmente era de 1,8% y que con las indicaciones subirá a 2,5%, pero con el cambio de base al 22% de las utilidades acumuladas con impuestos personales pendientes de tributación. “Esta es la parte que menos gusta de la reforma, porque se va a cobrar un impuesto adicional al diferir el impuesto actual. Desde nuestra experiencia, sería mucho mejor que se cobre sobre el impuesto que se ahorró y no sobre la utilidad acumulada”, afirma Plaza.

Otro elemento que genera dudas es la restricción para el uso de pérdidas tributarias al 50%, pese a las indicaciones postergaron su entrada en vigencia situándose en 80% de la renta líquida imponible en 2025, en 65% en 2026 y en 50% en 2027. “Lo ideal habría sido mantener el 100%, ya que se necesitará un método de control y se tendrá que utilizar el concepto de los registros empresariales. Por nuestra experiencia, sabemos que las pymes en general no tienen buenos controles, porque lo normal es que como asesores tengan a contadores que atienden a muchas empresas al mismo tiempo y este mecanismo genera una complejidad adicional para ellas”, explica el analista de Maxxa. Por último, Diego Plaza pone énfasis en lo importante que es educar a las pymes en las modificaciones que se están haciendo. “Las pymes tienen un buen régimen tributario desde la reforma anterior, que por primera vez las clasificó y definió que todas las empresas que venden menos de 75.000 UF al año son pymes. Además, de detallar los regímenes tributarios a los que se debían atener. Sin embargo, para poder ocupar lo que se hizo en la reforma anterior y lo que se está haciendo en la actual, lo que sigue es educar a las pymes”, concluyó el analista financiero tributario.

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