Padre Enrique Balzán llama a la unidad y la comunión

Continúa la novena en el marco de la Fiesta de La Candelaria en su santuario, en Copiapó. En la reflexión del tercer día, el p. Enrique comenzó diciendo que “la unidad y la comunión son características que configuran la Trinidad, por eso la Iglesia y nuestra comunidad diocesana, se entienden, y son testimonio, en la medida que reflejan esa unidad y esa comunión trinitaria” diciendo que donde hay luchas de poder no surge ese testimonio.

“La Virgen nos quiere siendo modelos de esa comunión trinitaria”, continuó el sacerdote, “mostrando que en medio de las diferencias somos capaces de mostrar una Iglesia que es comunión, donde hay espacio para el respeto y la consideración del otro, no obstante sea distinto a mí, o piense diferente a mí”. Agregó que “muchas veces nuestro testimonio, y lo digo con sinceridad y mucha caridad, en nuestros bailes religiosos no es testimonio de unidad y comunión. Parece que lo que queremos es que nuestra opinión se imponga, la humildad no está presente por ningún lado, y lo que es peor, nos encargamos de hacer “funas”, desacreditar a personas por las redes sociales, y lo que es más triste, manifestarnos en los días dedicados a la Virgen con oposición evidente a lo que tiene que ser una fiesta, tiempo de paz, alegría y esperanza”. Dijo que “las diferencias las debemos siempre solucionar como hermanos, en paz, partiendo de la base siempre que el criterio para el cristiano es la caridad. A veces, con dolor lo digo, la caridad es la más ausente de las virtudes”.

El texto del obispo terminó pidiendo a María, “que acogió la Trinidad en su vida, que nos ayude a ser siempre artífices de comunión, paz y unidad”.

Misa de la tarde

Como cada día, la misa de la tarde comenzó luego de la novena. El p. Enrique dijo en su homilía que “hay muchos diablos en nuestras vidas, el diablo del orgullo, el diablo de la prepotencia, de la violencia, de la venganza del odio, de la ira” y enfáticamente dijo que “con eso no se dialoga. No se dialoga, por ejemplo, con el sentimiento de venganza porque si empezamos a razonar con este diablo capaz que nos convenza. Se le dice cállate y sal de mí”. Concluyó: “Aferrados de Jesús nada puede contra nosotros, si estamos con Jesús nada ni nadie puede contra nosotros”.

En la oración colecta se rezó por los hermanos migrantes, las familias separadas por la migración, y por las organizaciones y comunidades que trabajan a favor de ellos.

Así terminó la jornada en el Santuario. Las actividades continúan hasta el próximo lunes 5 de febrero. El programa está en www.diocesisdecopiapo.cl.

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