Regreso a clases (por el Dr. Omar Luz Hidalgo, Core electo)

En estos días se está dando la actividad de reinicio de clases presenciales y aunque es una medida resistida por muchos, dado especialmente por el contexto pandémico en que estas se están iniciando y fundamentalmente por el temor que genera la evidente posibilidad de aumentar la tasa de contagios, en lo personal creo que es lo mejor para la salud y desarrollo de nuestros niños. 

Una persona, obnubilada por los juntos temores de infectarse, tiende a olvidarse o no llega a darse cuenta de las graves consecuencias que está teniendo el aislamiento prolongado en el interior de los hogares para todos, pero en especial para los niños. Para iniciar sólo mencionaré el grave daño que provoca la falta de actividad física y el consumo excesivo y muchas veces sin control de alimentos, que están llevando a grandes problemas de obesidad y sus comorbilidades (diabetes, hipertensión, etc., vistos en personas cada vez más jóvenes), en especial mientras se ha estado conectado vía telemática con profesores o con otros compañeros o el consumo exagerado de horas de televisión, muchas veces único medio que logran los padres de algún modo entretener a sus hijos mientras ellos, a su vez, están trabajando.

Lo cierto es que la salud mental es algo que está siendo tremendamente minada en estos momentos y el inicio de clases, en todos los grupos etarios es una actividad inevitablemente necesaria. He visto cómo ha habido un aumento artificial de TEA (trastorno del espectro autista) en pre-escolares, los que se han logrado ir corrigiendo una vez comienza la interacción con los compañeros de curso o de otros grupos de niños, las pataletas disminuyen, mejora el aprendizaje del habla, es decir, muchos de los problemas que a los padres los angustia se tienden a corregir, esto especialmente porque el ser humano es básicamente un ser social. Es cierto que no todo se resolverá, pero claramente este es un enorme paso en la solución de estos graves problemas que me hacen entender que el riesgo de enfermar por Covid19, con la gran mayoría de las personas vacunadas y con ya cerca de la mitad de la población que ha sido afectada, hace que sea un riesgo menor frente a todos estos graves problemas que estamos enfrentando y sobre los cuales no conocemos todavía las consecuencias que puede tener en el futuro.

Por de pronto la tarea de los profesores, aparte de su dedicación docente, debiera ser procurar al máximo el cumplimiento de los protocolos de protección, exigir los elementos que sean necesarios para que se pueda realizar las clases en un ambiente lo más protegido posible y no poner trabas a un proceso que forma parte del desarrollo social de cada uno de los integrantes de nuestras próximas generaciones.

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