Ministerio de las Culturas entregó resultados de la caracterización del sector que realizó entre junio y octubre del 2021, en el que participaron 20.767 personas naturales y 3.998 organizaciones en el país. Del total de registros en Atacama, 247 corresponde a personas naturales y 113 organizaciones. Entre las principales conclusiones regionales se observa que en las personas naturales un 56,5% se ubica entre los 31 y 50 años, que un 35% pertenece a pueblos originarios, que un 46% alcanzó la educación superior, y que 206 personas trabajan por cuenta propia o de manera independiente.
El Ministerio de las Culturas dio a conocer el informe “Agentes Culturales, Artísticos y Patrimoniales: un acercamiento a su caracterización y medición”, el que detalla los principales resultados del Registro Nacional de Agentes Culturales, Artísticos y Patrimoniales que desarrolló la institución entre el 29 de junio y el 10 de octubre del 2021, y que tuvo por objetivo profundizar en el conocimiento de las personas y organizaciones que se desempeñan en el ámbito de la cultura en Chile.
Así lo informó la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Atacama, María Cecilia Simunovic Ramírez, expresando que este registro “entrega información muy valiosa para el desarrollo de políticas ministeriales en el corto, mediano y largo plazo, y para el trabajo que se realiza diariamente. Como lo ha mencionado el ministro subrogante, Juan Carlos Silva, la pandemia dejo en evidencia la necesidad de corregir aspectos estructurales que permitan aumentar la formalidad del empleo y fortalecer la seguridad social en el sector, y esta caracterización facilitará la toma de decisiones y cursos de acción en diferentes ámbitos”.
Entre las principales conclusiones regionales se observa que en las personas naturales un 56,5% se ubica entre los 31 y 50 años, que un 35% pertenece a pueblos originarios, que un 46% alcanzó la educación superior, y que 206 personas trabajan por cuenta propia o de manera independiente. Del 35% de personas que declararon pertenecer a pueblos originarios, 45 son del pueblo Diaguita, 15 Changos y 14 Collas.
Las 5 principales áreas en las que se desempeñan son música con 57 personas, artesanía con 39, artes visuales con 37, danza con 22, teatro con 20 y fotografía con 18, siendo la formación de la mayoría de tipo autodidacta, mientras que en lo que a tipo de actividad cultural se refiere 118 se dedican a la creación, interpretación o diseño de obras, bienes y/o servicios, seguidos con 31 personas que se dedican a la educación y formación artística, cultural y patrimonial.
En cuanto a las organizaciones las principales conclusiones son que un 88% cuenta con personalidad jurídica, siendo su giro de desarrollo la música con un 17,6%, danza con un 13,7% al igual que cultura comunitaria, y artes visuales con un 9,8%.
Respecto al tipo de actividad cultural al que dedican su gestión, la mayoría (28,6%) lo hace en la creación, interpretación o diseño de obras, bienes y servicios, seguidas de educación y/o formación artística, cultural y patrimonial.
La Seremi María Cecilia Simunovic recalcó la importancia de que tanto las personas naturales como organizaciones de la región se inscriban en el registro que aún se encuentra disponible para recopilar la información, indicando que las y los interesados en revisar el informe, el mapa interactivo y las cifras pueden acceder mediante el siguiente link: http://observatorio.cultura.gob.cl/index.php/registro-de-agentes-culturales/.
RESULTADOS PAÍS
Al 10 de octubre del 2021, se obtuvieron cerca de 25 mil respuestas en total, provenientes de todas las regiones del país, de las más diversas áreas culturales existentes y de las múltiples funciones de la cadena de creación de bienes y/o manifestaciones artísticas, culturales y patrimoniales.
Las principales áreas culturales identificadas, tanto para personas naturales como para organizaciones, fueron Música, Artes de la Visualidad y Artes Escénicas. Música fue la más mencionada en primera opción por personas naturales (23,1%) y Artes Escénicas por organizaciones (19,1%).
La mayoría de las personas y organizaciones declararon que sus principales labores en el ciclo de valor cultural son la creación, interpretación o diseño de obras, bienes y servicios; educación y formación artística, cultural y patrimonial; y producción de bienes, servicios y eventos.
En relación a la dimensión territorial, la mayoría de las personas naturales y organizaciones registradas están radicadas en la Región Metropolitana, seguida por las regiones de Valparaíso y Biobío. Por su parte, durante la pandemia cayó significativamente la dedicación exclusiva a la cultura tanto para personas naturales como para organizaciones, así como también los ingresos derivados de la actividad cultural.
Personas Naturales
Al desagregar la información, se observa que 20.767 de los registros corresponden a personas naturales, las que en su mayoría tienen menos de 50 años (66,7%), siendo predominante el grupo que se encuentra entre los 30 a 45 años (51,5%). En relación al sexo registrado de los participantes, un 53,6% son hombres y un 46,4% mujeres. El porcentaje de hombres es mayor en áreas industriales (como la Música, Libro y Lectura, y Audiovisual) y Arquitectura, mientras que el porcentaje de mujeres es mayor en áreas nucleares (Artes escénicas, Artes de la Visualidad y Artesanía), Diseño, Cultura comunitaria y los ámbitos vinculados al Patrimonio Cultural. Destaca, además, que las personas registradas tienen en general un alto nivel educacional, ya que un 85,9% ha tenido acceso a la educación superior (técnica, universitaria o posgrado).
En cuanto a la caracterización económica y laboral de las personas naturales, los datos muestran que un 83,1% de los registrados son trabajadores independientes. La preponderancia de este tipo de trabajo es transversal a todas las áreas culturales (especialmente Artesanía, Libro y Lectura, y Patrimonio cultural inmaterial), a todas las regiones y no distingue entre hombres y mujeres. Adicionalmente, cuatro de cada diez personas naturales inscritas se dedican de manera exclusiva a la cultura, las artes y/o el patrimonio, mientras que seis de cada 10 personas (es decir, la mayoría) se desempeñan en labores adicionales a las culturales.
El financiamiento de los agentes culturales es variado y diversificado. En primer lugar, están quienes utilizan recursos propios, de familiares o amigos como fuente de financiamiento principal; en segundo, quienes recurren al financiamiento público como fuente principal de financiamiento; y en tercero, quienes financian su actividad a través de la venta de bienes y/o servicios culturales. Por su parte, la prestación de servicios al Estado como fuente de ingresos, sigue siendo una práctica poco extendida entre las personas del sector pero que se presenta con más intensidad entre quienes cuentan con mayores años de experiencia.
Por otra parte, solo dos de cada diez personas trabajan en niveles altos de formalidad, al declarar tener cobertura de salud y pensiones, o emitir boletas y/o facturas de manera regular.
Organizaciones
Hasta el 10 de octubre se registraron un total de 3.998 organizaciones culturales, de las cuales el 67,0% posee menos de 10 años de existencia. Al considerar su naturaleza jurídica, un 77,2% cuenta con personalidad jurídica, destacando las organizaciones de derecho privado con y sin fines de lucro.
Un 87,8% de las organizaciones están formadas por entre uno y diez integrantes permanentes, y en promedio, cuentan con un mayor porcentaje de mujeres que hombres. Esta composición es transversal a laS áreas y etapas del ciclo cultural, artístico y patrimonial, y también a cada una de las regiones del país.
En cuanto a las relaciones laborales, un 63,4% de quienes trabajan en las organizaciones del sector lo hacen de manera remunerada, mientras que el otro 36,6% lo hace sin recibir remuneración. Esta distribución aumenta en el caso de las organizaciones no constituidas como personas jurídicas o que se declaran como personas jurídicas bajo la figura de comunidades y asociaciones indígenas o sin fines de lucro. Cuando existe una remuneración de por medio, el tipo de colaboración más extendida en las organizaciones es la de independientes, quienes no siempre se desempeñan en condición de formalidad de trabajo.
El financiamiento de las organizaciones culturales, artísticas y patrimoniales registradas es también variado. Las categorías mencionadas como más importantes son en primer lugar recursos propios, de familiares o amigos; financiamiento público en el segundo; y venta de bienes y/o servicios en el tercero.
En términos generales, un 44,5% de las organizaciones declara tener altos niveles de formalidad, un 36,7% niveles medios, y un 18,8% presentan grados bajos formalidad. Lo anterior da cuenta que en general las organizaciones presentan mayores niveles de formalidad que las personas naturales. En este sentido, cabe destacar que existe una relación positiva entre las organizaciones que presentan altos grados formalidad y las condiciones laborales estables de sus trabajadores y trabajadoras. De hecho, en este tipo de organizaciones existe un mayor porcentaje promedio de trabajadores contratados bajo el Código del Trabajo o la Ley N°19.889 que en organizaciones con menos niveles de formalidad.