Las personas que trabajan desde casa deciden sentirse cómodas y para ello utilizan pantuflas durante toda la jornada. Sin embargo, hay que saber cómo elegir este calzado, para impedir problemas a tus pies y columna.
Los cambios en la modalidad de trabajo, como el teletrabajo o híbrido han provocado algunos cambios de hábitos en nuestras rutinas diarias. Una de estas es nuestra forma de vestir, ya que el estar en casa nos permite cierta flexibilidad, por ejemplo, dando uso a shorts, buzos y un calzado cómodo, como las pantuflas.
De distintos colores, materiales, y diseños, las pantuflas son un calzado cómodo por definición, ya que, al ser un zapato abierto, favorece la circulación sanguínea, entregando sensación de descanso, pero debemos tener cuidado con ellas, porque pueden dañar gravemente nuestros pies y columna.
Según Myriam Hernández, dueña de Mike’s (https://www.mikes.cl/tienda/) compañía dedicada al diseño, desarrollo y comercialización de calzado “las pantuflas deben contar con un poco de taco para que afirme el pie, además de un buen grosor de goma en la suela para la amortiguación. Con ellas, independiente de utilizarlas por un corto periodo de tiempo o un largo período, deben entregarte estabilidad, equilibrio, seguridad y protección en el talón cuando haga frío”.
Esto último también tiene relación con el soporte en la zona del talón, ya que las pantuflas suelen ser abiertas, siendo este un indicador de que debemos usar este calzado por periodos cortos de tiempo, destinándolas al descanso más que al día a día. En caso de ser utilizadas por varias horas podrían generar una sobrecarga de la musculatura posterior de la pierna, es decir, los músculos que comprometen al Gemelo interno, Gemelo externo y el Sóleo. Este tipo de calzado y su estructura hacen que la suela no amortigüe de forma correcta el impacto contra superficies duras, haciéndole daño a estos músculos.
Algunas de las lesiones que se podrían provocar por la superficie plana de esta calzada son las siguientes:
– Dolores en las rodillas
– Dolores en la espalda
– Dolores en la cadera
– Tendinitis
Además, este tipo de calzado debería ser lavado cada una o dos semanas dependiendo del uso, el sólo hecho de caminar por la casa de igual manera hace que las pantuflas se llenen de polvo, y por otro lado al hacer calor puede generar humedad en nuestros pies y llenarse de bacterias y hongos. Es por esto, que es imprescindible tener un buen cuidado tanto del zapato como de nuestros pies, para que así a futuro no presentemos complicaciones mayores.