Desde la mañana del 12 de octubre de 2010 hay un antes y un después en la vida de Manuel González Pavez. “Tú serás el primero en bajar y el último en subir”, le comunicó Ovidio Rodríguez, el jefe de la brigada de tenientinos que llegó a la mina San José para ser protagonistas del rescate de los 33 mineros atrapados desde el 5 de agosto, 69 días atrás.
González recién había terminado el desayuno y, sorprendido, masticó la noticia. “Fue una impresión fuerte porque en realidad no estaba en mis planes estar en la nómina. Había gente más joven y también porque había rescatistas del norte”, recuerda el actual jefe de Turno de la Unidad Hidráulica del área de Gestión Ambiental y Territorial en El Teniente.
“Fue un momento especial. No se me va a olvidar nunca. Queríamos que todo empezara luego para sacar a los mineros. Estábamos preparados, conocíamos el tiro y la cápsula y estábamos convencidos de que iba a funcionar, pero igual siempre hay una cuota de incertidumbre”, cuenta.
Los ojos del mundo estaban sobre Manuel. Mil millones de personas pegadas al televisor e internet. La cápsula Fénix recorrió los 622 metros en 17 minutos y González vio a 33 personas que sentían que volvían a vivir. «Fue un momento emocionante porque vi en sus caras la esperanza de que saldrían. Me emocioné, pero tuve que ponerme fuerte y darle las instrucciones”, rememora.
«Estaban seguros de que los íbamos a sacar bien. Estaban contentos porque éramos mineros rescatando mineros” agrega.
22 horas después y tras 78 viajes de ascenso y descenso, todos estaban a salvo y Chile y el mundo celebraban la hazaña.
«¿Saben? El minero es especial. Trabajamos debajo de un cerro y eso no lo podemos olvidar. Como tenientinos tenemos muchos desafíos de aquí en adelante y los vamos a cumplir porque en El Teniente siempre ha sido así. Siempre sale adelante y siempre seguirá aportando al país», enfatiza.
André Sougarret, ex gerente general de El Teniente, fue el líder del rescate en la mina San José y destaca cómo la labor realizada fue una demostración del espíritu tenientino.
“Lo que reflejamos ahí fue realmente un trabajo en terreno, en la realidad, de cómo trabajar en equipo para resolver un problema complejo. Fue un ambiente colaborativo donde todas las ideas aportaban, en que nos escuchábamos.
El Teniente tiene un prestigio y es porque se ha ido construyendo con ciertos valores de cómo trabajar, cosas que se han ido desarrollando al interior de la División y que al final nos permiten salir adelante de dificultades que nadie puede resolver en forma única. Aquí el colectivo sí que funciona y espero que se mantenga por muchos años como espíritu de El Teniente y se pueda transmitir al resto.
Creo que es una forma de enfrentar el trabajo, una forma más abierta y colaborativa, que también hace que la tarea sea más fácil y no sea tan tensa.
La aprendí en El Teniente, la tengo en mi forma de operar y espero que se mantenga por muchos años más en la mina”. Fuente: https://www.elrancaguino.cl/2020/10/26/rescate-de-los-33-la-hazana-con-presencia-tenientina-que-conmovio-al-mundo/