Por: Manuel Viera, Presidente de la Cámara Minera de Chile
Ya lo hemos mencionado en diversas ocasiones, como Cámara Minera de Chile realizamos gestiones ante las autoridades competentes del gobierno anterior, para hacer un imperativo llamado a resguardar el maritorio nacional.
Apoyamos la carta enviada por un grupo importante de profesionales que solicitaban lo mismo, sin embargo, desde el Ejecutivo no tuvieron respuesta. En esta ocasión, y en el marco del Día Mundial de los Océanos, espero que los resultados sean concretos, por cuanto, no solo hablamos de la contaminación de los fondos marinos, sino que del interés internacional por explorarlos, pensando en la extracción de los importantes minerales que en él se encuentran.
Ante las recientes declaraciones del Presidente de la República, Gabriel Boric, en las que indicó que su gobierno tendrá una política exterior turquesa, es decir, con un foco verde en la protección de la biodiversidad, y uno azul en la protección de los océanos….. Esto me da esperanza de que pueda tomar en cuenta el petitorio indicado antes y que persigue “que Chile asuma una política definida hacia la minería submarina en aguas internacionales. Esta posición política no es otra que demandar ante la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (AIFM) una moratoria para evaluar la estrategia nacional sobre el impacto económico negativo que esta nueva minería ocasionará a nuestro país”, como indicaban en dicha misiva.
Coincido, en que la minería submarina internacional está a las puertas de iniciarse una vez que la AIFM apruebe el Código Minero para explotar los recursos mineros ubicados en la Zona, considerados Patrimonio Común de la Humanidad por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), lo que no solo es una amenaza para los propósitos del Presidente Boric, sino que también podría amenazar a la minería terrestre, que a diferencia de los minerales que están en los fondos marinos, día a día bajan sus leyes, suben sus costos y los recursos son más escasos.
Lo anterior, que es negativo para la minería tradicional, es un aliciente para inversionistas extranjeros, que ya están desarrollando la tecnología para la explotación marina de los minerales.
Los océanos no son solo un lugar de biodiversidad de flora y fauna; rico en minerales, como he indicado, sino que, en el mundo actual, donde la escasez hídrica es un punto negro de la humanidad, es la gran reserva de agua, que hoy se puede desalar tanto para consumo industrial, y más importante aún, para consumo humano.
Así, desde estas líneas hago un llamado a las autoridades pertinentes a tomar cartas en el asunto, a exponer esto ante la Autoridad Internacional de Fondos Marinos para el resguardo total de nuestro maritorio y hacer las gestiones correspondientes como Estado para impedir la intervención de ellos.
