Con la presencia del obispo, Monseñor Ricardo Morales, junto al rector del Santuario, p. Francisco Javier Medina, se celebró la tarde de este miércoles 24 de enero, la misa de envío de los equipos de servicio que funcionarán durante la fiesta de La Candelaria en Copiapó.
El obispo comenzó su homilía agradeciendo “el servicio que hacen por amor a la Virgen y al Señor”, relevando “aquello que se entrega con tanta generosidad y alegría; personas que pasan anónimamente pero que sin ellas no sería posible vivir lo que vive el Santuario estos días de fiesta, tantas cosas que pasan inadvertidas, pero sin las cuales no se podría llevar adelante cada celebración”.
Haciendo alusión al evangelio, que era la parábola del sembrador, don Ricardo dijo que “a veces somos buena tierra, como cuando queremos servir a Dios y a la Virgen en la fiesta; a veces somos tierra del camino, donde es depositada la semilla, pero no pasa nada en nosotros. Vamos cambiando, a veces en un mismo día podemos ser buena tierra o llena de espinas”. Pidió que “durante estos días podamos dejar que la Palabra del Señor llegue a nuestras vidas”. También hizo un llamado a la conversión. “Cada uno tendrá que abrir su corazón para descubrir qué le quiere decir el Señor, Él siempre habla, más todavía en estos días de fiesta”, y agregó que “si de esta fiesta salimos igual que como llegamos, poco ha podido hacer el Señor; si al terminar salimos un poquito distintos, algo hizo el Señor en nosotros” e invitó a “decirle al Señor: que se haga como tú quieres, que me permitas ser buena tierra”.
Al final, los coordinadores de los servicios recibieron de manos del obispo una carpeta con la información necesaria para sus labores, y el obispo bendijo los implementos que utilizarán durante la fiesta. Don Ricardo los instó a tener mucha paciencia con los peregrinos que llegan al santuario y agradeció nuevamente su compromiso y disponibilidad.
Más de doscientas personas forman los distintos equipos de trabajo, que van desde la atención de las mandas, la liturgia, el casino, los primeros auxilios, las transmisiones, la coordinación de los diáconos, entre otros.
Comienzo de las actividades
Este jueves 25 comenzaron las misas, la primera a las 6 de la mañana. La misa de las 7 horas fue presidida por el obispo, quien en su prédica dijo que “ser discípulo significa tener siempre a Jesús en el corazón”, recalcando que “el que es llamado es también enviado”, y que “la mejor misión es la forma en que vivimos”.
“Pidamos al Señor que nos dé un corazón sencillo y humilde como el del María Santísima, para que nos volvamos discípulos como ella, y también misioneros”, concluyó.
Todos los días de fiesta, hasta el lunes 5, se celebrarán misas desde las 6 de la mañana, La novena comienza este jueves 25 y termina el viernes 2 de febrero, cada tarde, desde las 19 horas. El programa completo se puede consultar en www.diocesisdecopiapo.cl