El asesor de seguridad de la compañía proviene de familia militar. Su hermano Raúl Iturriaga Neumann fue uno de los funcionarios encargados de liderar operaciones de represión en tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet, sindicado como el ideólogo de la Operación Colombo y sentenciado en Italia por el intento de asesinato de Bernardo Leighton, condenado por haber participado en el atentado a Carlos Prats, y jefe de la Brigada Purén de la DINA.
Los hechos de vandalización derivados del estallido social impulsaron a diversas empresas a focalizarse en el resguardo de sus propiedades y negocios, siendo una de ellas el Grupo Falabella.
De acuerdo a un reportaje que publica este martes Interferencia, la compañía reportó entre el 18 de octubre y el 31 de diciembre del año pasado pérdidas por unos 36 millones de dólares a causa de daños generados como consecuencia del movimiento ciudadano, una merma de la que pudo recuperarse debido a los seguros contratados.
No obstante lo anterior, en la empresa se dio a la tarea de reforzar su equipo de seguridad y vigilancia, relacionándose estrechamente con Carabineros, Fuerzas Armadas y autoridades políticas vinculadas a este ámbito.
Fuentes citadas por el medio aludido al interior de Falabella, apuntan a que el encargado de reforzar y reformular los equipos de seguridad en medio de la pandemia es uno de los gerentes, Antonio Braghetto, quien hace 15 años trabaja para Mall Plaza.
Primero fue subgerente de seguridad y luego asumió como gerente de operaciones. Antes de llegar a la compañía de retail, Braghetto fue gerente en la filial chilena de G4S, la principal empresa de seguridad del mundo con sede en Londres, Inglaterra. Previamente, en los años 80, estudió en la Escuela Militar, donde se graduó como Oficial de Artillería.
Desde hace algunos años este funcionario venía llenando un vacío de liderazgo en la comisión de seguridad de la empresa, que funcionaba más bien de facto y a través de reuniones esporádicas. Previo a octubre de 2019, fue quien implementó una modalidad que establece que los jefes de seguridad de cada empresa del grupo integrado por Falabella, Sodimac, Tottus, Banco Falabella, Mall Plaza, Lineo y CMR Falabella, debe coordinar conjuntamente sus labores de seguridad y vigilancia.
Tras el estallido, la figura de Braghetto se fortalece. El funcionario contrata a nuevos asesores para esta comisión tendientes a realizar planificaciones de seguridad e informes para gerencia.
El perfil de los nuevos funcionarios
Entre los expertos que sumó a su equipo de seguridad de Falabella aparecen oficiales en retiro del Ejército procesados por violaciones a los derechos humanos y vinculados a casos de corrupción en esa institución.
Dentro de la compañía, no todos saben de la existencia de este nuevo equipo de seguridad, sí hay rumores de pasillo sobre el pasado de algunos de los contratados en el área. En algunas gerencias que recepcionan los informes de seguridad catalogados como material «altamente confidencial”, ha existido cierta incomodidad a causa del tenor “político” más que técnico de los reportes.
Uno de los asesores externos contratados es Alfredo Iturriaga Neumann, teniente coronel en retiro del Ejército y sindicado como agente de la Brigada Mulchén de la DINA. Su pertenencia a esta unidad de la de la dictadura se acreditó en el proceso por el crimen del diplomático español Carmelo Soria y en otras investigaciones lideradas por el magistrado Alejandro Madrid. A esta brigada que operó clandestinamente incluso tras la disolución de la DINA, se le ha vinculado a experimentos con gas sarín e incluso a la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva.
En efecto, el asesor de seguridad de Falabella proviene de familia de militares. Su hermano Raúl Iturriaga Neumann tiene un prontuario relevante en materia de violaciones a los derechos humanos. Fue uno de los represores más violentos de la dictadura de Augusto Pinochet, sindicado como el ideólogo de la Operación Colombo y sentenciado en Italia por el intento de asesinato de Bernardo Leighton, condenado por haber participado en el atentado a Carlos Prats, y jefe de la Brigada Purén de la DINA.
Sus ilícitos lo mantienen preso en Punta Peuco cumpliendo condenas por crímenes de lesa humanidad. Otro de sus hermanos, Jorge Iturriaga Neumann, también está sentenciado por el doble asesinato de Prats y su esposa el año 1974.
Tras salir del Ejército, Alfredo Iturriaga Neumann se ha volcado a trabajar en asesorías de seguridad y vigilancia en el ámbito privado. Fundó la empresa de seguridad corporativa RacoWind Consultores, entre cuyos clientes se encuentra Mall Plaza.
Adicionalmente, integra la organización ASIS International, que reúne a profesionales de la seguridad de todo el mundo, actividades que desempeña pese a seguir vinculado a procesos de violaciones a los derechos humanos en dictadura, por lo que no es extraño verlo frecuentando oficinas de tribunales.
La presencia militar se impone en el grupo de seguridad de Falabella
Otros dos ex militares del Ejército fueron reclutados el 2019 por el comité de seguridad de grupo Falabella, tras ser recomendados por Braghetto. Se trata del general Jorge Lecanda Ricalde, ex director de Operaciones del Ejército, y el general de brigada Germán Schell, ex comandante de la División de Adquisiciones del Ejército. En el caso de ellos, ambos pasaron a retiro en noviembre de 2018, luego de una renovación del alto mando derivada de la investigación por el fraude en el uso de dineros de la ley Reservada del Cobre a cargo ministra Romy Rutherford y tras conocerse la arista alusiva al uso irregular de viáticos y pasajes en la institución. Investigación que, por cierto, aún sigue en curso.
Schell, contratado por Mall Plaza y quien integra el comité de seguridad liderado por Braghetto, en junio de 2017 hizo noticia en medio de la revelación de que había invertido cerca de 193 millones de pesos en el Grupo Arcano, la estafa piramidal que dirigió Alberto Chang. Su inversión le sumó otro problema, esta no figuraba declarada como tal. Ni como pasivo en su declaración de patrimonio, como la ley indica para estos cargos. Figuraba, de ehcho, como una potencial fuente de conflicto de interés.
En 2018 se vuelve a saber de Schell, quien recibió una visita de la ministra Rutherford en las oficinas de la División de Adquisiciones del Ejército (DIVAE). La jueza requería documentos y antecedentes vinculados a compras ilegales y desfalcos en el Ejército.
En marzo de 2019 Ciper publica que las inversiones que Schell en la Jefatura de Ahorro para la Vivienda del Ejército (JAVE) levantaron una alerta “acerca de que la JAVE pueda estar siendo usada no solo como un programa de asistencia para el personal, sino como una fórmula financiera que rinde altos intereses”.
Consultados por el currículum de sus contrataciones, desde el grupo de seguridad de Falabella y el departamento de comunicaciones del holding respondieron al medio que publica este reportaje de manera escueta. “Sobre las referencias a las personas mencionadas, la compañía no maneja ningún antecedente y de haberlos, tomará las medidas pertinentes”, detalla Interferencia.
“Falabella cuenta con un comité que opera, desde hace años, elaborando permanentemente protocolos de prevención y seguridad. Está compuesto por ejecutivos expertos en seguridad de la compañía y asesores externos, que poseen experiencia certificada y han trabajado para varias empresas”, aseguraron en relación a la existencia y las funciones de su comité de seguridad.